¿Y no le vas a recetar un antibiótico? Es una pregunta muy frecuente cuando no se le prescribe antibiótico a un niño o una niña que viene con fiebre. Pues no, no siempre se necesitan, más bien en contadas ocasiones, cuando se trata de una infección bacteriana en la que los antibióticos sí son útiles.
Se sabe que el 95% de los cuadros infecciosos (catarros, otitis, faringitis, amigdalitis, etc) que presentan las niñas y los niños menores de tres años son producidos por un virus, es por ese motivo que no, no es necesario tomar un antibiótico para curar ese cuadro infeccioso.
Así, que no, no es necesario dar antibiótico por cada cuadro de fiebre que sufrimos o sufren nuestras hijas e hijos.
¿Por qué es tan importante adecuar el consumo de antibióticos?
Hay una pandemia que se va extendiendo de forma progresiva y silenciosa en todo el mundo. Una pandemia que apenas ocupa portadas en la prensa y de la que apenas no se habla, la de los microorganismos multirresistentes, también conocidos como «superbacterias», es decir de aquellas cepas de bacterias que son resistentes a la mayoría de los antibióticos comunes.
Se calcula que las resistencias a los antibióticos causan cada año 10 millones de muertes en todo el mundo y suponen a la economía mundial un gasto anual de 100 billones de dólares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2050 la resistencia a los antibióticos será la principal causa de muerte en el mundo.
Estas superbacterias son tan peligrosas que hay algunas cepas que resisten a todos los antibióticos que tenemos disponibles en el mercado.
En el año 2017 la OMS publicó un listado de las 12 bacterias más peligrosas en el mundo, las clasificó en prioridad crítica, alta y media. Poniendo a tres de ellas en primer lugar, con una prioridad crítica. Estas bacterias son el Acinetobacter baumanii, la Pseudomonas aeruginosa y las Enterobacteriaceae (Klebsiella, E. coli, Serratia, y Proteus). Estas bacterias son muy preocupantes en medios hospitalarios, residencias de gente mayor y en pacientes que necesitan ventilación mecánica o catéteres intravenosos. Las bacterias con prioridad alta y media producen infecciones gastrointestinales, como la Salmonela, o la gonorrea. El objetivo de esta línea es marcar líneas prioritarias de investigación y desarrollo para la obtención de nuevos antibióticos.
¿Cómo crean las resistencias a los antibióticos?
Las bacterias crean resistencias como un mecanismo de defensa para lograr su supervivencia. Estas superbacterias durante generaciones van robando genes de resistencia a los antibióticos de otras bacterias. Estos cambios en las bacterias hacen que los antibióticos dejen de ser eficaces y las convierten en microorganismos muy mortales.
Esta estrategia adaptativa de las bacterias se ha acelerado con el uso incorrecto de los antibióticos. Es decir cada vez que tomamos un antibiótico por un cuadro vírico, compartimos antibióticos con otros pacientes o no completamos la pauta terapéutica prescrita.
¿Qué podemos hacer para combatir a las superbacterias?
Nosotros podemos aportar nuestro pequeño pero gran grano de arena:
- No tomes antibióticos a menos que te los haya prescrito un médico.
- Completar el tratamiento indicando, incluso cuando has mejorado.
- No usar los medicamentos recetados cuando sobran.
- No compartas antibióticos con otras personas.
- Lávate a menudo las manos para prevenir infecciones, y de este modo evitas el uso de antibióticos.
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