El segundo día fue el más emocionante, teníamos una visita concertada con Santa Claus. Nos vinieron a buscar al Hotel y desde allí nos llevaron al bosque secreto de Joulukka, donde viven los Elfos y donde íbamos a conocer a Santa Claus. En el camino hacia el bosque parece que te vayas adentrando en un cuento de hadas, o mejor dicho en un cuento de Navidad.
Nos recibieron los elfos y nos enseñaron como tostar «marshmallows» o «nubes» en el fuego y hacer que luego fueran crujientes. Y los niños pudieron jugar con trineos mientras esperábamos a ver si nos podía recibir Santa Claus. Nos avisaron que estaba muy ocupado ya que faltaban pocos días para Navidad.
Cuando nos tocó nuestro turno, fuimos al «Centro de control de los los elfos» en el que nos explicaron como funcionaba la tecnología élfica que ayuda a Santa Claus a distribuir todos los regalos. Tuvimos suerte y Santa Claus pudo recibirnos, aunque estos días está muy ocupado, y pudo dar un regalo a cada uno de los niños.
Una vez terminamos nuestra visita con Santa, fuimos a una escuela de Elfos, allí decoramos galletas de jengibre y aprendimos todo lo necesario para llegar a ser un buen elfo de Santa. Al finalizar nos dieron a todos, humanos grandes y pequeños, un diploma
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