Un de los aspectos que me ha llamado la atención viendo series de TV es el elevado número de personajes que toman de forma incluso compulsiva pastillas, que sin decir que son, el espectador asocia a que se trata de ansiolíticos, tranqulizantes.
Series españolas como el Desorden que dejas, El sabor de las margaritas o internacionales como The Umbrella Academy o Gambito de Dama.
Observamos dos tipos de patrones de consumo, uno en personajes inseguros, con grandes complejos y sentimientos de inferioridad que utilizan los ansiolíticos como una forma de sobrellevar las situaciones a las que se enfrentan, a modo de muleta en la que se apoyan para sobrevivir. El otro patrón en personajes con personalidades adictivas que suelen combinar los ansiolíticos con otro tipo de drogas y/o alcohol, cuyo consumo se asocia a una forma de autodestrucción.
En la serie el Desorden que dejas vemos que ambas protagonistas, las dos profesoras de un instituto, tanto Raquel interpretada por Inma Cuesta, como Viruca interpretada por Bárbara Lennie, consumen ansiolítocs en diversas escenas. Raquel a modo de muleta por sus inseguridades y Viruca de forma compulsiva debido a su personalidad adictiva, como ella misma se define en un determinado momento y cuyo consumo lo hace combinado con otras drogas y alcohol.
En la otra serie española, el Sabor de las Margaritas, la protagonista, un personaje oscuro y bastante misterioso, Rosa Vargas, interpretado por Maria Mera, una agente de la Guardia Civil que llega a una aldea gallega para investigar la desaparición de una adolescente, recurre constantemente al consumo de ansiolíticos y llega incluso a robar el frasco de pastillas de uno de los sospechosos.
En Gambito de Dama, una serie en que la protagonista, Beth Harmon, interpretada por Anya Taylor Joy, es una huerfana con una vida complicada en la que inicia su adicción a los ansiolíticos en el orfanato donde crece y que se consolida en su hogar adoptivo. Tanto ella como su madre adoptiva recurren al consumo de alchol y ansiolíticos de forma compulsiva y adictiva.
En The Umbrella Academy vemos que uno de los personajes,Vanya Hargreeves interpretado por Elliot Page, consume de forma habitual y desde su infancia «pastillas» que parecen algún tipo de antidepresivo o ansiolítico, no queda claro. Vanya se presenta como un personaje con grandes sentimientos de inferioridad y parece que su consumo le ayuda a superar sus complejos, pero a lo largo de la serie descubrimos que tiene otro objetivo.
Las escenas en las que aparece el consumo de ansiolíticos son casi idénticas, el personaje ante situaciones estresantes, saca del bolsillo, bolso o cajón, un frasco transparente y se echa a la mano una o dos pastillas que van directas a la boca. Es curioso porque los ansiolíticos en España no se venden en este tipo de frascos, se venden en cajas, pero en las series españolas también aparecen en frascos transparentes.
Estas escenas muestran la generalización del consumo de ansiolíticos en nuestra sociedad. Recordemos que en los últimos tiempos, el consumo de ansiolítico se han convertido en un importante problema de Salud Pública en nuestro país.
Tabla de contenidos
¿Qué consumo hay de anisolíticos en nuestro país?
Los ansiolíticos constituyen uno de los grupos farmacológicos más usados por la población. La mayor parte de los adultos ha consumido de forma esporádica, o consume habitualmente ansiolíticos para el tratamiento de múltiples problemas (ansiedad, fobias, insomnio, etc).
Dentro de los ansiolíticos encontramos las benzodiacepinas, existen 35 benzodiazepinas distintas. Siendo las benzodiacepinas más utilizados en España el lorazepam, conocido como Orfidal, y el alprazolam, conocido como Trankimazin. Entre los hipnóticos o somníferos el más utilizado en nuestro país es el lormatazepam, cuyo nombre comercial es el Noctamid.
Siendo el consumo en España de benzodiacepinas uno de los más elevados de Europa. Cuatro veces más que en Alemania o el Reino Unido e incluso superior al de Estados Unidos. Los consumos de medicamentos se miden por DHD: dosis diarias definidas (DDD) por 1.000 habitantes y día.
La utilización de ansiolíticos e hipnóticos pasó de 32,73 DHD en 1992 a 69,92 en 2006, lo que supuso un incremento de un 113,6%. En los últimos años el consumo se ha mantenido elevado y con pocas variaciones siendo de 87 DHD.
Este consumo es más elevado en mujeres que en hombres, un estudio reciente realizado en Lleida mostró una prevalencia del 18,8% de consumo de benzodiacepinas en mujeres y un 9,6% en hombres.
¿Qué efectos adversos tienen?
Son medicamentos que rápidamente crean dependencia y si se dejan de tomar aparecen los síntomas de abstinencia. Además, crean tolerancia, lo que implica que con la misma dosis el efecto terapéutico va disminuyendo paulatinamente.
Además de estos efectos producen deterioro cognitivo, aumento de fracturas y caídas, comportamientos desinhibidos o impulsivos potenciados por el alcohol.
¿Cuánto tiempo se pueden tomar las benzodiacepinas?
Las recomendaciones actuales para la prescripción de benzodiacepinas indican que no deben sobrepasarse las cuatro semanas de consumo continuado. Aunque nos encontramos que un número de pacientes que consumen dosis bajas por períodos muy prolongados de tiempo (más de 1-2 años).
Bibliografía
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