Los 100 lenguajes de los niños

La filosofía Reggio se basa en 3 principios fundamentales:

El derecho de las niñas y los niñs a ser escuchados, a expresarse, participar, integrarse al mismo nivel que los adultos.
Lo que hacen las niñas y los niños con todo su potencial, experiencia y creatividad.
Los «cien lenguajes», entendiéndolo como las diversas posibilidades que las niñas y los niños puede tener para expresarse. Los adultos son figuars de apoyo que permiten a los niños y las niñas la oportunidad de crear explorando y fomentando estos diferentes lenguajes.

La teoria de los cien lenguajes

La teoría de los 100 lenguajes apareció en Italia en los años 70, con Malaguzzi. En realidad el número 100 es un número que se eligió de forma arbitaria, a modo de provocación. Malaguzzi quería simbolizar las distintas formas de expresarse que tienen las niñas y los niños. No solo se expresan a través del lenguaje o la escritura, también se expresan a través del lenguaje artístico, corporal, la música o las ciencias.

Una eduación excelente aparecerá cuando cerramos los libros

El niño está hecho de cien,el niño tiene cien lenguas
cien manos, cien pensamientos
cien maneras de pensar
de jugar y de hablar.
Cien, siempre cien
maneras de escuchar
de sorprenderse, de amar
cien alegrías
para cantar y entender
cien mundos que descubrir
cien mundos que inventar
cien mundos que soñar.

El niño tiene cien lenguas
(y además cien, cien, y cien)
pero se le roban noventa y nueve.

La escuela y la cultura
le separan la cabeza del cuerpo.

Le dicen:
de pensar sin manos,
de actuar sin cabeza,
de escuchar y no hablar
de entender sin alegría
de amar y sorprenderse
sólo en Pascua y en Navidad.

Le hablan:
de descubrir el mundo que ya existe
y de cien le roban noventa y nueve.

Le dicen
que el juego y el trabajo,
la realidad y la fantasía,
la ciencia y la imaginación,
el cielo y la tierra,
la razón y el sueño,
son cosas que no van juntas.

Le dicen en suma
que el cien no existe.

Y el niño dice:
En cambio el cien existe.

La escucha como pilar fundamental

La escucha de los 100 lenguajes se convierte en un pilar fundamental, en el que los adultos escuchan a los niños y a las niñas, del mismo modo que los niños y niñas escucha a los adultos, convirtiéndose la escucha en algo esencial para el aprendizaje.El método propone escuchar a cada niña y niño, como seres únicos, situados al mismo nivel que los adultos, y ver que preferencias tienen, que les motiva, y que vacíos quieren llenar.

En el método de Reggio Emilia los adultos son meros acompañantes en la exploración e investigación de los distintos ámbitos, se convierten en meros observadores y guías, para que los intereses de los niños y niñas terminen llegando a un aprendizaje productivo. Es por este motivo que no hay un curriculum pre-establecido, el aprendizaje se va desarrollando según los intereses de los niños y las niñas, por este motivo no existen dos comunidades Reggio Emilia iguales.

Solo basta fijarnos en nuestras hijas e hijos y como se expresan y crean. A través de la cocina y los colores de la fondant el pequeño ha encontrado una forma de expresarse y crear.