Para los niños existe la posibilidad de pedir raciones infantiles, son más pequeñas y les pedimos un plato de carne de reno sobre una base de puré de patatas que les encantó.
Muchos de los platos son aptos para celíacos.
Por la tarde-noche teníamos una actividad para ir a cenar a una Kota. Era una excursión que teníamos contratada con Lapland Safaris. En la central de Lapland Safaris te podías cambiar de ropa si querías y te dejaban ropa térmica para poder hacer la actividad.
Una Kota es una tienda tradicional lapona. La experiencia es increíble, los niños primeros asaron salchichas en el fuego, al aire libre y luego todos entramos en la Kota a comer cocina tradicional lapona. Todo estaba buenísimo y es muy agradable poder cenar con el calor del fuego.
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