Hay diferentes tipos de pruebas para el diagnóstico de la COVID-19, las tres más usadas son la PCR, el test rápido de antígenos y las tests serológicos. A continuación vamos a hablar de sus características y diferencias
¿Qué detectan?
La PCR lo que detectan es el material genético (ARN) del virus, no obstante no es una prueba ágil por la complejidad de la técnica, necesita de personal entrenado para su realización y el resultado tarda varias horas, por lo que desde el inicio de la pandemia se hizo indispensable la aparición de pruebas rápidas con una buena fiabilidad.
En la primera ola de la pandemia de la COVID-19 se utilizaron unos test antigénicos que mostraron una baja fiabilidad. Recientemente han aparecido unos tests antigénicos rápidos, Panbio COVID-19 Ag Rapid Test Device (Abbott Rapid Diagnostic Jena GmbH, Jena, Germany). Estos tests antigénicos rápidos detectan una proteína del virus SARS-CoV-2 , los resultados se obtienen en 15-20 minutos por lo que son una excelente estrategia para el diagnóstico precoz y cortar las cadenas de transmisión del virus.
Los test serológicos detectan los anticuerpos (defensas) también conocidas como inmunoglobulinas. Son unas proteínas que crea el sistema inmunitario del cuerpo cuando entra una microorganismo o sustancia dañina, en este caso el virus SARS-CoV-2. Estos anticuerpos son los que nos defienden de los virus, bacterias, parásitos, hongos o sustancias químicas. Los tests serológicos para la COVID-19 detecan dos anticuerpos Ig M (si es positivo indica que se trata de una infección aguda) y las Ig G que cuando aparecen indican que la infección es pasada.
Hay varios tipos de tests serológicos, los rápidos que se pueden encontrar en las farmacias y la muestra se obtiene de un pinchazo en el dedo. Y los tests que precisan una tecnología más compleja y se analizan en laboratorios médicos con profesionales formados, en los que la muestra se obtiene a través de un análisis de sangre (venopunción), los resultados suelen tardar unas horas.
¿Cuándo se puede hacer la prueba?
En el caso de la PCR el resultado puede ser positivo a partir de las 48 – 72 horas tras la infección. Es la técnica de mayor fiabilidad, pero lenta, y es la que se utiliza en cribajes, diagnóstico y estudio de contactos. Un resultado positivo indica que estás infectado y que puedes transmitirlo a otras personas.
Los tests de antígenos, son en la actualidad la prueba de elección ante pacientes con una sintomatología compatible con la COVID-19 de 5 o menos días de evolución. Pasado este tiempo la fiabilidad del test empieza a bajar. Un resultado positivo indica que estás infectado y puedes transmitir la infección.
Los tests serológicoss se recomienda hacerlos a partir de los 15 días desde el inicio de los síntomas. Si sale cómo resultado una Ig G positiva indica que se ha pasado la infección. Una Ig M positiva indica que se está en fase aguda de la infección y se recomienda realizar una PCR.
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