Cuando montamos el comedor decidimos darle vida y color con sillas de diferentes colores, nos encanta este rincón de la casa, ha quedado muy alegre y divertido. Algunas de las sillas son de Ikea, otra la heredamos de los abuelos de mi marido, la restauramos y la pintamos de color verde pistacho, y las dos negras la compramos de segunda mano, eran de una cafetería que cerró.
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