Las mascarillas deben utilizarse como parte de una estrategia para suprimir la transmisión; el uso de una mascarilla por sí sola no basta para proporcionar una protección adecuada contra la COVID-19. Es decir, las mascarillas únicamente son eficaces si se combina con un correcto lavado de manos.
Según la Organización Mundial de la Sallud (OMS) las indicaciones básicas sobre la manera de ponerse la mascarilla:
- Lávese las manos antes de ponerse la mascarilla, y también antes y después de quitársela, y cada vez que la toque.
- Compruebe que le cubre la nariz, la boca y el mentón.
- Cuando se quite la mascarilla, guárdela en una bolsa de plástico limpia; si es de tela lávela cada día y si es una mascarilla médica, tírela a un cubo de basura.
- No utilice mascarillas con válvulas.
La principal medida de protección frente el virus SARS-CoV-2 que produce la COVID-19 es la higiene de manos frecuente, un mínimo de 40 segundos, con agua y jabón o con soluciones alcohólicas.
En este realizado por la OMS podéis ver cómo hacer una correcta higiene de manos.
Otras medidas protectoras higiénicas básicas son la de cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables al toser o estornudar y lavarse las manos. Estas medidas no son exclusivas para la COVID-19, hace tiempo que se están intentando implantar en la población ya que protegen de enfermedades muy frecuentes, como la gripe, que cada año la sufrimos y puede llegar a producir importantes complicaciones o incluso la muerte en pacientes de riesgo.
Desafortunadamente, y paralelamente al coronavirus se ha producido otra epidemia la del miedo, el miedo es una emoción primaria que nos protege de los peligros, es ese mecanismo que nos hace saltar cuando vemos una serpiente y nos ayuda a sobrevivir, pero también tiene el inconveniente que no nos permite actuar de una forma racional. Este miedo al contagio está llevando a la compra indiscriminada de mascarillas, provocando el desabastecimiento en las farmacias, que puede tener consecuencias más graves que las del propio coronavirus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya está alertando del riesgo de desabastecimiento, con lo que no podrían ser usadas para aquellas personas que sí las van a necesitar. Todo ello unido a una pandemia de bulos incrementan el miedo de la gente, lo que ha obligado a la OMS a desmentirlos en un documento
Si tenéis dudas sobre el coronavirus el Ministerio de Sanidad ha elaborado un documentos con las preguntas más frecuentes que podéis leer aquí
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