El primer día en Laponia fuimos a Santa Claus Village, se puede ir en autobús, pero nosotros al final decidimos coger un taxi. Dimos una vuelta por el Village, visitamos la oficina postal y cruzamos el círculo polar ártico.
El Village estaba lleno de trineos y nos desplazamos con los niños subidos en los trineos.
Teníamos reserva para comer a las 12h en el restaurante de hielo en Snowman world, dentro del mismo Santa Claus Village. Habíamos reservado sitio hacía tiempo. Para entrar en el Snowman world tienes que pagar entrada, con la comida estaba incluida la entrada en el Snowman. Lo cierto es que es pequeño y enseguida está visto, vale la pena comer allí porque si no hay poco que hacer. Un par de toboganes de hielo y algunas esculturas que son originales, además de poder tomar algo en el bar en vasos de hielo.
La comida está muy rica, una sopa típica de salmón, patata y crema. Sienta muy bien tomar algo caliente en un restaurante de hielo. También hay la opción de cenar con menús distintos para elegir.
En Santa Claus Village también puedes hacer diversas actividades e ir en trineo con renos. No recomiendo hacerlo allí, el trayecto es corto y bastante caro, vale la pena hacer una excursión aparte.
No hacía mucho frío, pudimos pasear tranquilamente por allí, jugar con la nieve y visitar a Santa Claus.
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